lunes, 20 de diciembre de 2010
Red skin
Todo se queda entre las sabanas, todo se fusiona y en un abrir y cerrar de ojos, tan rápido como un disparo de mi canon 550. Le pregunto que si no le importa quitarse la camisa. Entre la vergüenza y el disimulo se va desabrochando; yo me acerco retratando cada segundo y, antes de que llegue mañana, estamos jugando al baile de las narices. Lo más bello de un beso son los segundos previos a ello; es allí de donde se podría extraer el amor puro.
Y ahora estamos bajo el mismo edredón de plumas blancas, como su tez. El reloj marca las 7:45 am en su pantalla roja. Todo es rojo. No se si es que todavía queda algo del carmín color russian red en mis venas. Hoy paso de ir a trabajar. Me doy la vuelta; miro, sigue allí. Espalda desnuda, solo le queda una pequeña braguita carmesí. Me acerco con suavidad y dulzura; no quiero despertarla; la abrazo y mis piernas se entrecruzan con las suyas. Y yo con los calcetines puestos. Se da la vuelta me mira fijamente y me besa con sumo cuidado. Y dice; los sueños nunca son eternos.
martes, 14 de diciembre de 2010
Run and do not think. fuck, fuck forever.
sábado, 13 de noviembre de 2010
Unkown.
lunes, 23 de agosto de 2010
Aurea bermeja ensoñación.
http://www.youtube.com/watch?v=ceAm3xGaP24
El reflejo de su copa tornaba el color de la madera de la barra; su mano la agarraba con fuerza. Mientras sus lagrimas le recorrían su rostro y caían en caída libre hasta chocar contra en suelo y estallar como había estallado su realidad.
Ella estaba muerta, él mismo tenía agarrada su mano cuando inspiro y expiro.
Que injusta era la vida pensaba; mientras al fondo de la barra; donde esta se fundía con la ultima pared del bar. Estaba aquel tipo, uniformado con su traje negro, camisa blanca y corbata negra. Se bajó del taburete, camino pausadamente hacía él y cuando estaba justo a su derecha paró. Cogió su mano y se la aparto del vaso; le miro a la cara y le dijo; vete a tu casa, dúchate y duerme; duerme tanto como quieras y al levantarte deja atrás el pasado. Sobre todo déjala a ella atrás, tan solo disfrútala en tus sueños, será en ese momento cuando volveréis a estar juntos.
Bajo la mirada al suelo suspiro y volvió a mirar a su derecha; aquel tipo había desaparecido. No salía de su asombro. Miro al camarero, el cual tenía la vista totalmente perdida en el televisor de la esquina. Disculpe, ha visto por donde se fue. Preguntó él.
El camarero le miro, hizo un gesto extraño, como de no saber que estaba pasando.
Dejó cinco dólares sobre el mostrador, cogió su chaqueta y se marchó de aquel infesto bar; que estaba mas cerca de ser un cuadro de Hopper que un bar.
Llegó a su casa, aquello era un infierno. Cuarenta y cinco días sumido en la oscuridad; eso era lo que le había reportado la muerte de ella.
Se despojo de sus vestimentas que tanto le oprimían, abrió el agua fría, frío gélido hielo. Notaba como todas sus células se espabilaban; DESPIERTA; gritaba su cerebro. Miro al techo y empezó a gritar, a llorar y patalear. Necesitaba soltar todo aquel sufrimiento. Sus lagrimas se mezclaban con la gélida lluvia que arrojaba aquella vieja alcachofa de baño.
Entre sollozo y sollozo, su mente cansada y agotada empezaba a notar el sueño. Su cabeza se caía entrecortadamente y en un momento de ensoñación onírica apareció ella.
Estaba apoyada en el marco de la puerta; parecía que no hubiesen pasados los días en ella; estaba como antes de la enfermedad.
Le dijo; levántate y ven hacia aquí. El se incorporo, su mente tenia la misma desnudez que su cuerpo; era libre. Sus labios buscaba los de ella; estaban con el baile de las narices; el previo a un beso son los mejores instantes de dos enamorados. Quédate conmigo dijo él; a lo que ella respondió con un beso y desapareciendo, como el humo que se desvanece de un cigarrillo recién encendido.
El aire entro de golpe por la ventana, el frío erizaba su vello al mismo ritmo que la vigilia echaba al sueño de su cabeza.
Desconcertado por los sucesos se tumbo en la cama de sabanas de blanco algodón.
Tendido, mirando al techo las lagrimas volvían a aflorar de sus ojos; surcando las arrugas horadadas por los años y el sufrimiento.
Se giró abrazándose a la almohada, era lo único que le quedaba por abrazar; cerró los ojos. Entonces sintió como alguien le abrazaba a el por la espalda, olió su perfume, acarició su piel, vio su cara. Bermeja áurea belleza. Volvió a cerrar los ojos estaba preparado para dormir largo tiempo abrazado a ella.
Mientras el bote de pastillas de dormir rodaba sin rumbo por el suelo de la habitación, vacío. Ya nunca más volverían a usarse; Morfeo había entrado en su vida para siempre.
jueves, 15 de julio de 2010
A caer la noche.
lunes, 8 de marzo de 2010
Creación a bordo de un tren.
Volviendo en un bonito tren Madrid-Salamanca una chica rubia llamada Bea me dice: hagamos un experimento; escribe tres frases y yo otras tres y haber que sale. Lo que esta en cursiva es lo escrito por ella y lo que esta en letra normal pues es lo mio.
Jack y Mia estaban pasando un apacible día en un bonito parque del centro de la ciudad. Haciendo una de las cosas que mas les gustaba.
Ella apenas le mira; si Jack lo intenta, esquiva su mirada. Desde hace un rato sólo piensa en encontrar las palabras apropiadas, las palabras que lo explicaran todo.
El esta obsesionado por que le mire; porque le hable; por ella. Sabe que es un momento importante para ambos y que un instante todo cambiaría y nada seria como antes.
Mia ya ha pasado por eso antes, sabe lo que es buscar en un nombre la compresión y el aliento que nunca llegan.
- Mia, ¿estas bien?- ella se sobresalta.-
Jack hace despertar a Mia de su letargo como un animal que despierta de la hibernación. El gesto de Mia cambio le mira a los ojos.
- Jack; tengo algo que decirte.-
Por primera vez Jack se asusta. Conoce bien a Mia, sabe que mas de una vez ella viaja a una luna desconocido mientras esta con él, pero él siempre la hace volver de allí a base de besos, haciendo gala de la mejor de sus sonrisas. Esta vez, en cambio, Mia no solo no sonríe, sino que le mira fijamente a los ojos…
Él se va acercando poco a poco a ella intenta besarla y le esquiva. – Jack; en serio, sabes que esto no va bien- Jack mira alrededor y no ve a nadie. Están solos en mitad de aquel bonito parque y tenía un presentimiento que volverá solo a casa.
-Jack, no puedo ocultártelo por más tiempo…yo no soy de aquí.- El chico la observa por un instante, ¿desde cuando ser de ciudades diferentes es una razón para terminar una relación? Jack vuelve a mirar; Mia va en serio.
Mientras la mira, ella se gira y del borde de la falda asoma una enorme cola de animal. Jack no puede creer lo que ve. La chica vuelve a mirarle a los ojos; - Donde yo vivo, las cosas son muy diferentes.-
Jack no sale de su asombro había acariciado infinidad de veces el cuerpo de Mia y nunca noto nada extraño. - ¿Desde cuando eres así?- Mia se ríe con aquel gesto típico suyo. –Para que lo entiendas ahora soy como un adolescente; nada mas que los cambios en donde yo vivo son muy distintos.-
lunes, 4 de enero de 2010
Tres Picos
Un fauno se despereza de una larga siesta
Mientras el mar, la mar se mueve entre minuetos y estudios
Y Debussy se esconde entre
Las teclas blancas y negras
Produciendo ese sonido tan
Románticamente impresionista.
A lo lejos se oye un sonido
Podría decirse que suena algo
Arabesco en la Nocturna
Pero realmente se ve que es la “fille aux cheveux de lin”
Aunque más allá de los Pirineos
Surgen suites españolas; Granada
Asturias; Sevilla, Castilla.
Albeniz cede sus teclas a un mástil
Acordemente trasteado
Bajo la atenta mirada miope de Segovia.
Si algo no Falla es;
El arte gitano, el amor brujo desde
Aranjuez; en las orillas del tajo
Vistosas danzas de fuego y sombreros
De tres picos.